Aunque a simple vista sólo se aprecian las capas superiores, el césped artificial es una superficie compleja, con varios estratos que van desde un sistema de drenaje del agua de lluvia, una base sólida, una capa elástica, un relleno granular y las fibras que forman la hierba artificial.
De hecho, como en los icebergs, es más lo que se encuentra bajo la superficie que lo que asoma. Así, por cada kilo de fibras que se encuentran en un sistema de césped artificial, hay hasta 25 kilos de material de relleno.
Como explicó Colin Young, director de Investigación y Desarrollo de TenCate Grass, en el foro ‘The Grass Yarn and Tufters Forum’ de Barcelona, estos rellenos son de carácter granular, es decir, se trata de un sistema formado por pequeñas partículas que interactúan entre sí cuando se les aplica una fuerza, con un comportamiento complejo que es imposible de predecir por medio de modelos matemáticos.
Los materiales de relleno, además, no presentan una sola fase de la materia, sino que combinan características tanto de los materiales sólidos como de los líquidos.
Al aplicarse una fuerza, las partículas rígidas se disipan o se mueven; pero las partículas elásticas, además de moverse, se deforman.
Existen tres tipos de rellenos:
- Inorgánicos: formados por materiales de origen mineral como sílice (cuarzo), carbonato cálcico y zeolita. Se forman a partir de la fragmentación de rocas debido a la erosión.
Las preferidas son las arenas de río, ya que la erosión les confiere una forma redondeada. La mayor parte de estas arenas no son renovables y están sujetas a una fuerte demanda. - Orgánicos (naturales): corcho, coco, fibra de caña de azúcar, madera y corteza de árbol, granos, semillas… Son derivados de materias naturales, en su mayoría procedentes de restos de cosechas y producción agrícola. Se suelen mezclar entre sí para mejorar sus propiedades. Por lo general, son renovables.
- Polímeros (sintéticos): incluye materiales como caucho estireno-butadieno (SBR); cloruro de polivinilo (PVC); elastómero termoplástico (TPE); caucho etileno-propileno-dieno (EPDM); poliolefina termoplástica flexible (TPO); polietileno (PE); o polipropileno (PP). Es un material que está compuesto por moléculas muy grandes, con muchos elementos repetidos. Tienden a ser elastómeros como la goma. Son derivados del petróleo y pueden ser termoplásticos o termoestables.
Estos últimos son los que generan más problemas, debido a que en su composición a menudo hay partículas menores de cinco milímetros de diámetro, que la normativa europea ha catalogado como microplásticos y que deberán de ser eliminados de este tipo de superficies en el plazo de ocho años.
Los otros dos tipos de relleno plantean distintos problemas, sobre todo en lo que se refiere al cumplimiento de los requisitos técnicos necesarios para superar las pruebas que se requieren para recibir las diversas certificaciones por parte de federaciones internacionales como la FIFA o World Rugby.