Según la Unión Europea, cada año se libera al medio ambiente de forma no intencionada un volumen de microplásticos equivalente a entre 200 y 600 piscinas olímpicas.
Este problema, que constituye una de las principales amenazas actuales al medio ambiente y a la salud, tanto de la fauna como de los propios humanos, ha sido abordado por las instituciones europeas de una forma fragmentada, lo que ha impedido adoptar una legislación única en relación con los microplásticos.
Entre las medidas específicas aprobadas hasta ahora, con objetivos parciales, destacan:
- La Directiva Marco sobre Estrategia Marina.
- El Reglamento sobre productos fertilizantes.
- La propuesta de restricción sobre los microplásticos añadidos intencionalmente, incluida en el Registro de Sustancias y Mezclas Químicas (REACH).
- La propuesta de Reglamento sobre la prevención de pérdidas de pellets.
Respecto a este último Reglamento, el pasado 8 de abril, el Parlamento europeo y el Consejo alcanzaron un acuerdo provisional sobre la propuesta de la Comisión de regular y prevenir la contaminación por microplásticos en toda la cadena de valor, especialmente durante el transporte de las mercancías por vía marítima.
El nuevo Reglamento en el que se plasmará esta nueva regulación servirá para proteger el medio ambiente, al tiempo que garantiza que las industrias europeas puedan seguir operando y expandiéndose de manera sostenible.
La Unión Europea espera que el nuevo Reglamento reduzca las pérdidas de pellets de plástico hasta en un 74 %, lo que contribuirá a preservar los ecosistemas y la biodiversidad, reduciendo los riesgos para la salud humana.
El objetivo es poner remedio a los casos de manipulación inadecuada por parte de los operadores marítimos y otras causas, que han provocado vertidos de pellets de plástico como el registrado en diciembre de 2023 en la costa portuguesa, cuando un carguero perdió seis contenedores, uno de los cuales iba cargado de bolsas de pellets de plástico, que inundaron las playas cercanas y llegaron hasta las Rías Baixas gallegas. O el sucedido a principios de este año, cuando un carguero y un petrolero chocaron en el mar del Norte, produciéndose un vertido de pellets que alcanzó la costa inglesa de Norfolk.
Este tipo de vertidos resultan muy peligrosos, puesto que afectan a los ecosistemas marinos y costeros, y a la fauna de estas zonas, especialmente a las tortugas, aves marinas y mariscos.
Los microplásticos son persistentes, móviles y muy difíciles de eliminar una vez que se han vertido al medio ambiente. Se pueden encontrar en cualquier lugar, incluso dentro del cuerpo humano, cuya exposición a los mismos puede tener consecuencias preocupantes para la salud.
El objetivo de este Reglamento es lograr que los operadores económicos y los transportistas adopten las medidas de gestión necesarias para prevenir, contener y sanear las pérdidas, como asegurarse de que la calidad del embalaje usado sea buena y dejar de usarlo si tiene fugas o se tamiza. Para contener los derrames, tendrán que hacer uso de dispositivos de captación como bandejas de derrame, y cuando sea necesario limpiar, tendrán que hacer uso de aspiradoras con capacidad suficiente.
Para apoyar a los operadores más pequeños, el Reglamento contempla aplicar requisitos más ligeros a las microempresas y pequeñas empresas, que constituyen una parte significativa de la cadena de suministro de pellets. Así, las empresas que manipulen menos de 1.500 toneladas de gránulos de plástico al año no necesitarán una certificación, sino solo una autodeclaración, para la que contarán con unas medidas de asistencia especiales.
En palabras de Jessika Roswall, comisaria de Medio Ambiente, Resiliencia Hídrica y Economía Circular Competitiva, “el acuerdo provisional de hoy marca otro paso importante hacia un planeta más limpio y saludable. Todos los ecosistemas se beneficiarán de estas nuevas medidas de manejo para limitar las pérdidas de pellets. Las empresas que dependen de estos ecosistemas tendrán un mejor entorno para prosperar. Al mantener requisitos más ligeros para las pequeñas empresas, hemos desarrollado una legislación medioambiental inteligente, posicionando a la UE como líder mundial en la reducción de las pérdidas de granza y como un regulador inteligente que evita cargas innecesarias”.
El Parlamento Europeo y el Consejo tendrán ahora que adoptar formalmente el nuevo Reglamento, que entrará en vigor 20 días después de su publicación en el Diario Oficial de la UE.
Hay que recordar que estas normas acordadas provisionalmente, junto con las restricciones sobre los microplásticos añadidos intencionadamente adoptadas el 25 de septiembre de 2023, son las primeras medidas de la UE diseñadas específicamente para hacer frente a la contaminación por microplásticos en su origen.